La empereztriz MENEM I, de Etiopía

14.07.2012 17:31

Más allá del valor del impacto panafricano de su existencia, Menem I, es por su nacimiento, una mujer de la gran nobleza etíope y también descendiente de la gran dinastía árabe de los Shurafa, línea del profeta Muhammad.

Menem Asfaw, por bautismo, Wolete Giorgis, nació el 03 de abril de 1891 en la provincia de Wollo. fue esposa del rey Hailé Sellasié, que la consideraba como "una mujer sin malicia". Con él tuvo 6 hijos.

Murió el 15 de febrero de 1962, dejando una gran tristeza en su pueblo etíope.

Conocida, apreciada y reconocida por la incondicional entrega a su pueblo, caritativa con los necesitados, fiel a Dios y a la Iglesia, Menem I permanecerá como el innegable emblema de Mama Africa.

Fue amada y respetada, como esposa, madre y como emperadora. Convencida, al igual que su esposo, de que la clave del progreso y el resurgimiento de Etiopía, residía en la educación del pueblo. Por eso, en su calidez y generosidad, no dudó en subvencionar ni en hacer construir numerosas escuelas en todo el país. Su proximidad con las religiosas, religiosos y sacerdotes la llevó a ofrecer terrenos de su propiedad privada al servicio de la fe, para la construcción de Iglesias.

Esta emperatriz cálida, valiente y solidaria, en los momentos de guerra con Italia, nunca dejó de alentar a los hombres en combate ni de movilizar a las mujeres. Alentó al pueblo a la resistencia en lealtad a su soberano y fue solidaria  con su pueblo, participando en los fondos creados para ayudar a las familias de los patriotas etíopes.

Ella fue, Menem I, la emperatriz que amaba a Dios, pero que sobre todo, amaba a las personas, sobre todo a su pueblo. Es el ejemplo de mujer panafricana, capaz de tomar de su precioso tiempo y ponerlo al servicio de su pueblo. Trabajó por la espiritualidad, por la educación, por la reconstrucción de su país y por el bienestar de todos los etíopes. Nunca falló ni se debilitó en ninguno de sus roles. Más bien, se consagró en cuerpo y alma con lealtad y grandeza a su Nación, como una madre, una mujer protectora.

 

Extracto de un artículo publicado en la revista Reinas y Heroínas del Africa.