Consejo General
Carta del Consejo General para la Pascua 2010
Queridas Hermanas,
espero que todas estén bien. En éste final de Cuaresma, que deseo esté llena de esperanza y de paz, en la espera de la Gracia del Resucitado, vengo con ésta carta, en nombre de todo el Consejo General.
Dios las bendiga!
Nicole
saludo Pascua-consejo gral-2010.doc (81,5 kB)
Octubre 2009. Sínodo de obispos de Africa.
Experiencia de la hna. Felicia Harry, Superiora General
La Hna. Felicia Harry, Superiora General de nuestra Congregación, fue invitada como oyente al Sínodo de los Obispos de Africa. Así nos comparte ella su experiencia:
"Para mí, la Segunda Asamblea Especial por Africa, el Sínodo de los Obispos de Africa, que tuvo por tema: "La iglesia en Africa al servicio de la Reconciliación, de la justicia y de la paz", comenzó cuando la UISG (Unión de Superiores Mayores) invitó a algunas mujeres africanas, Superioras y Consejeras Generales, para deliberar sobre el "Instrumento de Trabajo" y para presentar nuestra reflexión al "Consejo de los 18", cuando se reunieron en el Vaticano, durante el 2º trimestre del 2009. Todo ésto fue seguido de un llamado telefónico en julio del 2009, de parte del Secretario General del Sínodo, Su Excelencia Nikola Eterovic, informándome que estaba invitada por el Santo Padre a participar como oyente en el próximo Sínodo de los obispos africanos. Mi reacción inmediata fue preguntar: -"Por favor, qué significa eso?". Me explicó que yo tendría un espacio de 4 minutos para hablar durante el Sínodo sobre cualquier tema comprendido en el "Instrumento de Trabajo" y que todos los documentos necesarios me serían dados más tarde.
Esta noticia puso fin a mis vacaciones de verano fuera de Italia...¿Qué pasaría si durante mi ausencia, el Secretario general o alguna otro querí comunicrse conmiigo por algo referente al Sínodo?
Mientras tanto, los 8 miembros de la Unión de Superiores Generales fueron invitados al Sínodo como Padres Sinodales con derecho a voto, y todos preparaban febrilmente sus intervenciones.
Por otro lado, las Religiosas estaban ansiosas por saber cuál de sus miembros asistiría a ésta reunión tan importante de la Iglesia. Yo debía guardar el secreto porque todavía no había recibido el papel oficial de la invitación. Después de una larga espera y sin vacaciones, recibí los documentos que me permitieron inscribirme oficialmente en la Secretaría Sinodal y el 3 de octubre 2009, recibí el documento oficial para la apertura del Sínodo.
El Sínodo comenzó oficialmente el domingo 4 de octubre 2009 con la celebración Eucarística en la Basílica de San Pedro, presidida por su Santidad, Benedicto XVI. Los trabajos oficiales del Sínodo comenzaron el lunes 5 de octubre.
Después de la oración de la mañana con el Santo Padre, el Cardenal Francis Arinze, uno de los 3 presidentes delegados del Sínodo, dió la bienvenida y presentó sus augurios la Asamblea. Pidió al Santo Padre que nos bendiga antes de comenzar los trabajos.
Luego, el Secretario General, Su Excelencia Nikol Eterovic, dio la percepción global del Sínodo. Saludó y felicitó a los 244 miembros del Sínodo, los 29 expertos y 49 oyentes que contribuirían a la Asamblea sinodal con sus importantes y enriquecedores testimonios y experiencias. El remarcó el aumento considerable de fieles católicos en Africa y del aumento significativo de vocaciones sacerdotales y religiosas. Subrayó ciertas actividades pastorales realizadas por los sacerdotes, personas consagradas y laicos misioneros.
Recordó que el Sínodo fue preparado en etapas sucesivas, desde la convoctoria, los trabajos sobre los "lineamenta" y finalmente sobre el "Instrumento de Trabajo" que sería el punto de referencia para todas las intervenciones.
Más tarde, Su Eminencia el Cardenal Peter K.A. Turkson, Informante General, leyó el "Relatio ante disceptationem" (Informe previo a la discusión). Su intervención se refería las implicaciones de l EXhortación postólica post sinodal "Ecclesia in Africa" y los desafíos a los que la Iglesia de Africa fue confrontada en el período comprendido entre las dos Asambleas especiales de los obispos de Africa. Después del medío día se continuó con los informes de los Obispos de ootros continentes, especialmente invitados al Sínodo.
¿Pueden imaginar cómo me encontraba al final de ésta primera jornada del sínodo?...estaba perdida!!!...me sentía realmente cansada y me preguntaba si llegaría a las tres semanas, con esas intervenciones tan largas, pesadas y a veces difíciles de comprender...tantos protocolos...sin olvidar todos los saludos a las Eminencias...Fue entonces cuando recordé un consejo que se me dió antes de comenzar el sínodo: -"Felicia, me habían dicho, veces los sínodos son aburridos, asegúrese de llevar un libro o alguna otra cosa para leer.." y bien, esa tarde, camino a casa, consideré muy seriamente éste consejo...
Pero los días siguientes no fueron tan pesados como el primero. Los padres sinodales comenzaron a dar sus intervenciones de 5 minutos, que todos habín preparado muy bien antes de venir. Era divertido ver y escuchar cómo algunos trataban de exponer todo lo que habían preparado en tan sólo 5 minutos...a algunos les sobró tiempo y otros, sin embargo no dijeron ni la mitad de lo que habían escrito...Aún si las intervenciones debían fundarse en el "Instrumentum laboris" ellos compartieron sus experiencias que eran tan variadas como el número de Padres Sinodales: la formación al sacerdocio, los conflictos entre la jerarquía y los laicos en ciertos lugares, l explotación de los recursos naturales por ciertas multinacionales, la vida consagrada y la vida comunitaria, la vida familiar, la proliferación de sectas, el islam, la brujería.....
Esto se extendió hasta el 9 de octubre. Luego empezaron las intervenciones de las/los oyentes y yo fui la primera. La intervención fue sobre las mujeres consagradas, basado en el artículo 114 del "instrumentum laboris". Al final de la intervención pedí a los Padres Sinodales, que esa noche, antes de acostarse, pensasen 2 minutos sobre lo que sería la Iglesia sin las mujeres. Esto despertó numerosas y diversas reacciones pero estoy segura que el punto en cuestión fue muy bien comprendido. Y parece que los 2 minutos de reflexión dieron sus frutos, pues 2 días después, un arzobispo tuvo una intervención muy clara sobre la manera de colaborar eficazmente con las mujeres en nuestras iglesias locales.
También los invitados especiales pudieron dar sus intervenciones.
Su Santidad Abuna Paulus, Patriarca de la Iglesia Ortodoxa etiopiana Tewahedo, basó su intervención sobre el pasado glorioso del continente africano, su situación actual (los conflictos, las enormes deudas, la explotación de los recursos naturales, la migración y la huída de cerebros...) y sobre la responsabilidad de todos los dirigentes de la iglesia y de todos los cristianos de ser mensajeros de una renovación que aporte la paz, la justicia, la reconciliación y el desarrollo sobre el continente.
Otro invitado especial, monseñor Rodolphe Adada, ex adjunto del Representante Especial del Secretario General de las Naciones Unidas y Presidente de la Comisión de la Unión Africana en Darfour, se extendió sobre la delicada situación de ésta región.
A éste punto, yo olvidé totalmente el aburrimiento y la fatiga!! Las intervenciones no sólo fueron interesantes, sino también instructivas y enriquecedoras.
Los trabajos en pequeños grupos
Ellos también fueron interesantes. Nos dividimos en 12 pequeños grupos, 5 grupos anglófonos, 5 francófonos, un grupo mixto de conferencistas anglófonos y francófonos, y un grupo de lengua portuguesa. Tratábamos de formular propuestas basadas en las diversas intervenciones. Estos pequeños grupos facilitaron los intercambios, las relaciones, las interacciones entre las Excelencias, Eminencias y otros. En un momento yo me dije: "Después de todo, el Sínodo no es tan aburrido". Me sentí protagonista de ésta fase de crecimiento de la Iglesia en Africa y agradezco a Dios por ésta oportunidad.
Después de muchas reflexiones sobre los trabajos de los pequeños grupos, el Informante General y su Equipo trabajaban para afinar las propuestas en vistas a la corrección final en los pequeños grupos.
Luego se presentaron a la Congregación General para que sean votadas por los Padres Sinodales. Las 58 propuestas fueron votadas y adoptadas una por una.
Después de las votaciones, todos los participantes del Sínodo tuvimos un maravilloso almuerzo con el Papa Benedicto XVI. Fue un día especial para los ganeanos y ganeanas presentes, porque durante el ágape, Su Santidad nombró oficialmente al Cardenal Peter Kodwo Appiah Turkson Prefecto de la Comisión Pontificia de Justicia y Paz.
Aún sin tener derecho a voto, me sentí totalmente implicada en todos los trabajos. Estas 3 semanas fueron muy importantes para mí porque creo que tuve la ocasión de formar parte de aquellos y aquellas que influenciaron sobre el crecimiento de la Iglesia en Africa. Me sentí particularmente feliz al leer las propuestas sobre la vida consagrada y el rol de las mujeres en la Iglesia. No puedo menos que estar de acuerdo con los obispos que redactaron el "Nuntius" (Mensaje) de los Padres Sinodales a los fieles de sus diócesis, cuando dicen que las mujeres son "la columna vertebral de nuestras Iglesias locales" y citaron la recomendación 122 de "Ecclesia in Africa."
"Las mujeres deben ser adecuadamente formadas a fin que puedan participar a niveles apropiados en su actividad apostólica."
Y agregaron:
"...En ese sentido, hubieron algunos progresos. Pero todavía queda mucho por hacer. La contribución específica de las mujeres, no solamente en la casa en tanto que madres y esposas, sino también a nivel social, debería ser más generalmente reconocido y estimulado. El Sínodo recomienda a nuestras iglesias locales ir más allá de la citación general de Ecclesia in Africa, y de buscar y disponer los medios concretos para asegurar la real participación de las mujeres a niveles apropiados." (Mensaje 25)
Es de esperar que lo antes posible, esta recomendación se vuelva realidad.
Yo pensé que el oficio de la mañana con el Santo Padre sería un momento especial y sagrado...Pero otro momento más exitante para mí en todo el periódo del Sínodo fue cuando encontré al Santo Padre cara a cara...fueron sólo unos minutos pero les aseguro que no cambiaría ese breve instante por nada bajo éste sol...
El Sínodo fue una experiencia que valió la pena. Agradezco a Dios por el momento y el lugar oportuno, y agradezco a quien me invitó.
