Benin

¡Qué bueno es vivir en Benín!!!...un país con 7,7 millones de habitantes, cuya economía se basa en el comercio marítimo, la ganadería y la agricultura. Un país que goza de estabilidad política, de ciudades turísticas, de una ancestral riqueza cultural. Un país donde cristianos y musulmanes viven en armonía.

Pero hay grandes desafíos en la realidad de la sociedad de Benín: el tráfico de niños, la explotación de niñas y adolescentes como empleadas domésticas, el desempleo de los jóvenes profesionales...

Las Hermanas nsa llegamos en 1877 y llegamos a tener 34 comunidades en Benin!!!

Hoy contamos con 8 comunidades donde las Hermanas se entregan de distintas maneras, pero siempre al servicio de la Evangelización: internados de niñas y adolescentes, formación de líderes de comunidades, salud, pastoral femenina, ayuda a las personas ancianas....

Comunidades nsa:

  • Cotonou, Casa Regional
  • Cotonou, Casa de Hermanas Ancianas
  • Djougou
  • Ouidah
  • Parakou
  • Pobe
  • Save
  • Tanguieta

La vida cotidiana en un poblado de la región Baribá

La región Baribá está en el norte de Benín. Estos dos videos, realizados por sacerdotes de la Sociedad de Misionera Africanas, nos muestran un poco de lo que es la vida cotidiana en éstos pueblos.

La 1ª parte muestra el trabajo de las mujeres:

www.youtube.com/watch?v=DLHcIC4vBwc

La 2ª parte muestra el trabajo de los varones, en el campo. También hay algunas escenas familiares del final de la jornada:

www.youtube.com/watch?v=O8KLZCHaVYo

El centro CASE de Ouidah

 En Benín todo el mundo escuchó hablar de Melle Hodonou Elisabeth de Ouidah, una partera que durante su vida, de 1943 a 1985, recibió a niños y niñas huérfanos y/o abandonados, en su propia casa.

Al final de su vida, ella legó todos sus bienes a la Iglesia a condición que su obra continúe. Y fue así que a través de la Hermana María Goretti Reslinger, que secundó a la señora Hodonou hacia el final de su vida, las Hermanas nsa, aceptamos continuar y valorar ésta obra, que encuadra muy bien en el espíritu de nuestra congregación y en el de  nuestro Fundador, el Padre Agustín Planque.

Primero se hizo construír el centro nutricional que acogía ante todo a los niños huérfanos, pero también a los que estaban afectados por todo tipo de malnutrición debido a la pobreza, a los tabúes y a las prohibiciones alimentarias respectivas, a los litigios familiares, al SIDA. Este último, se propaga rápidamente dejando huérfanos seropositivos.

Este centro fue llamado C.A.S.E (centre d´Accueil et de Secours de l´Enfance), Centro de Acogida y Ayuda a la Niñez.

Dos de nuestras Hermanas administran éste Centro, que se mantiene por una ayuda local y por los padrinazgos y donaciones provenientes de Francia. Pero también las otras Hermanas de la comunidad de Ouidah, dedicadas a la pastoral, gozan de las sonrisas y los progresos de los pequeñitos de la C.A.S.E y comparten sus penas y preocupaciones.

El objetivo es salvar "las pequeñas vidas" tan queridas por Melle Hodonou,y también de mejorar la situación de la mujer y de los niños, y promover la familia.

 Danièle y Thérèse

El mismo artículo en francés:   

https://ndapotres.free.fr/article.php?id_article=13

 

Algunos Recuerdos:

La sucesión del padre Chazal, en Cotiakou (1970).

 Cotiakou, en Benín, es un pequeño pueblo sobre una colina a 13 km. de Tanguieta, en el corazón de la cadena de la Atacora. Es allí que el padre Chazal había creado un santuario mariano, que se transformó en lugar de peregrinación y me confiaron su sucesión para crear una verdadera misión. A pesar de mis temores frente a la magnitud de la tarea que me confiaron, me encariñé rápidamente con el lugar: el paisaje, el sol, los árboles, las casas tradicionales, los campos sembrados alrededor…
Después de conocer a los campesinos, comencé a organizar la misión: había que limpiar el terreno alrededor de la casa, ocuparse de la cosecha del mijo, blanquear las paredes de la iglesia y de la casa, poner un toque femenino, guardando la simplicidad y poniendo un poco de belleza.
Para el progreso de nuestro proyecto era necesario:
Encontrar agua potable construyendo pozos, hasta entonces había sólo uno que comenzaba a secarse, por lo tanto, había que hacer 10 km. para encontrar agua limpia en una cascada o juntar agua en el arroyo donde se bañaba todo el mundo, incluso los leprosos…
Hacer construir baños por razones de higiene; era muy penoso tener malos olores alrededor de la casa. ¡Era necesario encontrar obreros! No tuve dificultades para encontrar paisanos que harían el trabajo por el cual serían pagados.
Nos llevó dos años cavar el primer pozo de un poco más de 5 m. de profundidad. Habíamos tratado de utilizar dinamita pero no funcionó.
Había que ocuparse de la casa de retiro, por lo tanto había que fabricar ladrillos. Se eligió un lugar silencioso bastante grande para hacer pequeñas piezas de 2 plazas, más una sala para acoger una treintena d personas, una habitación grande para el director del retiro o el obispo, un comedor, sin olvidar las duchas…
Con un hombre del lugar que había aprendido el oficio de albañil con el padre Chazal y que era el maestro mayor de la obra, habíamos contratado a algunos jóvenes del pueblo. Ellos se interesaban en el trabajo y cobraban regularmente, pero no llevaban su dinero; me lo daban para que yo lo guardara y les apagara sus impuestos, el resto lo ahorraban para construirse una casa para casarse.
Las jornadas comenzaban a las 7 de la mañana con la oración, celebración de la Palabra cuando no había sacerdote para celebrar la Eucaristía.
Cuando las construcciones estuvieron terminadas, pudimos organizar los primeros retiros espirituales. Contraté 3 mujeres para cocinar y hacer la limpieza. Los retiros duraban 5 días. La gente venía de todos los pueblos de los alrededores.

                   Hna. Gabrielle Périgault, nsa (francesa).