A JESUS

 

 

 

La ruta del Corazón

Es una ruta que quiere conectar tu corazón con el Corazón amante de Jesús para llegar junto con él al corazón de los demás. 

 

 

Siete Deseos al Corazón de Jesús

Sagrado Corazón de Jesús,
1. Deseo poner mi vida en tus Manos, llagadas y gloriosas.
2. Deseo ser mejor persona mirando tu Humanidad.
3. Deseo ser mejor cristiano mirando tu divinidad.
4. Deseo sentir mejor contemplando tu Corazón Sagrado.
5. Deseo ser paciente fijándome en tus Pies desnudos.
6. Deseo abrirme a los demás al mirar la llaga de tu Corazón encendido.
7. Deseo llevar con alegría mi cruz contemplando la cruz de tu Corazón glorioso.

Sagrado Corazón de Jesús,
en vos confío.
Haz mi corazón semejante al Tuyo.

 

 

 
Ernesto Giobando sj
 
 

 

POR LIBRE ELECCION Y AMOR A VOS

«Oh Dios mío, por libre elección y por amor tuyo,
deseo permanecer aquí y hacer lo que tu voluntad
exige de mí.
No, no daré marcha atrás.
Mi comunidad son los pobres.
Su seguridad es la mía.
Su salud es mi salud.
Mi casa es la casa de los pobres: no de los pobres,
sino de los que entre los pobres son más pobres.
De aquellos a los cuales trata uno de no acercarse
por miedo al contagio y a la suciedad,
porque están cubiertos de microbios y de gusanos.
De los que no van a rezar
porque no tienen fuerzas para comer.
De los que se caen por las calles
conscientes de que se van a morir
y a cuyo lado transitan los vivos
sin prestarles atención.
De los que ya no lloran
porque se les han agotado las lágrimas.
De los intocables.
El Señor me ha querido aquí donde estoy.
El me ofrecerá una solución».

Teresa de Calcuta

 

TU ME LLAMAS AL COMPROMISO, A LA SOLIDARIDAD

Hay un mundo que vive en la esperanza de un mañana más justo, más fraterno.
Hay un mundo que sufre los dolores de un nuevo amanecer.
Hay semillas de vida traspasando la tierra de la muerte.
Tú me enseñas a verlo, a descubrirlo, Jesús, me das la fe.
Hay un hombre que vive la miseria, sin poder, sin saber, sólo muriendo.
Hay un hombre que, pese a todo, espera justicia y libertad.
Hay dos mundos, tres mundos, divididos por el poder e indiferencia.
Tú me llamas, Jesús, al compromiso, a la solidaridad.
Yo sé que no puedo encontrarte a ti, Jesús, sin tu Reino.
Yo sé que no llega el Reino, si en el centro no estás tú.
Bendito el que marcha en tu nombre, bendito el que en el hermano
ve tu rostro, se detiene y comparte hoy su cruz.

E. Fernández

ORACION DE UN MISIONERO MARTIR

Que mis manos sean las tuyas.
Que mis ojos sean los tuyos.
Que mi lengua sea la tuya.
Que mis sentidos y mi cuerpo
no sirvan sino para glorificarte.

Pero sobre todo: transfórmame:
¡Que mi memoria, mi inteligencia,
mi corazón, sean tu memoria,
tu inteligencia y tu corazón!

¡Que mis acciones y mis sentimientos,
sean semejantes a tus acciones y
a tus sentimientos!
Amén

Juan Gabriel Perboyre - Patrono de Oceanía